martes, 1 de noviembre de 2011

Góming


Historia

Todos los años en la aldea de Bunlap, Isla de Pentecostés, en Vanuatu (Nuevas Hébridas), los jóvenes celebran un rito para ser considerados hombres y para reclamar la mano de sus amadas. Se lanzan desde una estructura de palos de unos 25 m de altura, que han construido previamente, con sendas lianas atadas a los pies. Lo tienen medido de tal manera que rozan el suelo con la cabeza.2
Una tabla que se rompe en el momento de máxima tensión de las lianas y la tierra batida del suelo, amortiguan en cierto modo el impacto contra la tierra (en la propia caída o, más habitualmente, en el retorno hacia atrás), del cual no andan lejos, pues saltan sobre un terreno en pendiente y sin dispositivo de aterrizaje (es decir, ninguna forma de dar cuerda para que aterrice) o recuperación (vuelta a subir) hacia lo alto.
No todos salen vivos (tampoco son habituales los decesos), pero quien lo hace, ha conseguido hacerse hombre y (según su creencia) asegurarle una buena cosecha a su pueblo. Cuentan que este rito se basa en la hazaña que realizó una mujer para huir de quien la perseguía (malas lenguas dicen que su marido). Él no se ató las lianas y la mujer se libró de su enemigo. Curiosamente, en la actualidad, las mujeres no pueden participar.3
En la década de los 50 David Attenborough y la cadena televisiva BBC trajeron material filmado en Vanuatu de dicho ritual. El visionado de dicha filmación inspiró a Chris Baker deBristolInglaterra para usar cuerdas elásticas en una emocionante versión de dicho rito. El primer bungee jump moderno fue hecho el 1 de abril de 1979, sobre el rio Avon, saltando desde el Clifton Suspention Bridge en Bristol, por cuatro miembros de un club de deportes extremos, el Dangerous Club. Los saltadores, liderados por David Kirke, fueron arrestados poco después, pero continuaron con los saltos en EE. UU., de este modo difundiendo el concepto de bungee jump mundialmente. Por 1982 saltaron desde grúas y globos aerostáticos. En 1985 se implanta la atracción en Nueva Zelanda y en 1986 el góming entra en Francia. En 1991 se introduce esta actividad en España, aún ofrecida por pocas empresas, la casi totalidad en Levante (Cataluña y Comunidad Valenciana), junto con una vasca que opera en Azkoitia; en el puente de La Salve, sobre la Ría del NerviónBilbao; en el puente del Río Cofio en Santa María de la Alameda, (Madrid), en el puente Gundián de Ponte Ulla (Galicia), desde uno de los puentes de la Ruta Del Cares (Caín, León) y el puente de El Grado, en la población del mismo nombre, en Huesca.

Técnica

Góming desde grúa.
Para hacer góming se emplea material elástico que suele estirarse hasta el 400% y que rompe sobre el 600%. En puénting, sin embargo, se emplean cuerdas de escalada que, al realizarse el salto de forma pendular, se llegan a estirar muy poco (un 3% ó 5%) y que, en condiciones extremas (caídas de escalada de factor 2), elongan sobre un 30%. Así que los materiales básicos son completamente diferentes.
En los primeros saltos elásticos se tendió a emplear arneses de paracaidismo, saltando de pie y colgando de los hombros. Pero, dándose cuenta del riesgo que ello suponía (ahorcarse durante los rebotes con la goma o con las cuerdas o cintas que a ella nos unen), en seguida se cambió la conexión a los tobillos, generando para ello arneses de pernera. En consecuencia, la postura habitual de salto (y obligada para gente sin experiencia) es caer de cabeza, así no hay cambio brusco de postura al tensarse el elástico, y en los rebotes es mucho más difícil rozarse o ahorcarse con la cuerda elástica. La gente especializada puede saltar hacia atrás, de pie, haciendo figuras o piruetas, colgando de una sola pierna, etc.
Al ser necesario en algunos puentes recuperar a quienes saltan hacia el mismo, se suele añadir un arnés integral, para poder hacer una conexión en la zona del pecho (o soltar las de los pies) y así subir de pie. El tercer arnés cumple también una función de seguridad, pues se conocen varios casos en que a quien saltaba se le han salido ambas perneras (generalmente por no colocarlas o apretarlas como es debido) y, en ese caso, actuaría la tercera conexión.
Como consecuencia de las diferencias entre góming y puénting, se genera otra más: se pueden realizar saltos de góming tocando agua al final de la caída,4 pues se llega con velocidad menguada. En puénting, sin embargo, es algo a evitar, pues al ser una caída pendular, la máxima velocidad se obtiene en el punto más bajo, luego el impacto con el agua es bestial, y ha llegado a partirse (rajarse) gente al impactar con el agua e ir cada pierna hacia un lado.
Al estirarse el elástico cerca de un 300% (multiplicando por 4 su longitud en reposo o llegar al 400% de su longitud en reposo) y, al menos, debiendo estirarse al 200% (es decir, estirarse tanto como su longitud inicial en reposo, un 100% de estiramiento), la caída desacelerada es, como mínimo, igual de larga que la acelerada (y generalmente bastante más), luego la desaceleración suele ser más suave que la aceleración (que es 1g, pues es la Tierra la que nos atrae). En el momento del primer rebote, a la tensión que nos devuelve hacia arriba, ha de sumársele la atracción gravitatoria. Así que podemos llegar a sentir, como máximo, una tensión cercana a 2g (como si de nuestros tobillos colgaramos en reposo dos personas del mismo peso). Eso no es excesivo para casi nadie (al menos, no estando buen estado de salud y relativamente en forma), las fuerzas que sufrimos al saltar al suelo desde una silla ya son superiores, en nuestra propia casa.

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